El crecimiento poblacional de Guadalajara pasó de 143 mil en 1921; a 180 mil, en 1930; y 240 mil, en 1940. El crecimiento económico fomentado por el gobierno también jugó un papel decisivo: la creación en 1930 del Banco Refaccionario de Jalisco permitió financiar actividades como el cultivo de agave; la mayor disponibilidad de servicios públicos atrajo más empresas (industria jabonera y aceitera).